Con o sin atención, con o sin detenimiento, adquirimos o no algún conocimiento sobre su comportamiento o sus características.
Nos gustaría poder parar solamente por un segundo y nos encantaría decidir no dejar de movernos. Hasta que todo alrededor cambie. Hasta que los rizos caigan por su propio peso. Hasta que seamos lo suficientemente permeables para sentir que el movimiento impide que nos veas, que nos conozcas. Nos gustaría jugar hoy, mañana y pasado. Pero nos encantaría encontrar la manera de aprender de nuestras pupilas.